martes, 11 de mayo de 2010

El síndrome de Peter Pan



Hay una etapa de la infancia en la que todos los niños desean ser “estrellas” del fútbol mientras que las niñas quieren ser princesas. Yo también pasé por esa época, y me conformaba con meter goles porque el deseo que guardaba celosamente en secreto era mi pasión por escribir. Hoy, tengo 19 años y sigo queriendo ser escritor.
Es muy probable que esta afición me haya llevado a saber quien es James Matthew Barrie, cosa que también deberían tener presente aquellas princesas de mi época y los futuros futbolistas ya que todos, en algún momento de la infancia, hemos conocido a Peter Pan.
Este pasado domingo ha sido el 150 aniversario del nacimiento de autor de esta gran novela.
A estas alturas, muchos ya no recordarán (o recordaremos) lo que es ser un niño. Las responsabilidades, la madurez, los quebraderos de cabeza y en resumen, la vida y la mayoría de edad, nos han arrastrado a convertirnos en adultos a pesar de que algunos aún nos aferramos a conservar dentro de nosotros la esencia de aquello que fuimos cuando nos echábamos la leche del desayuno encima o comíamos gominolas hasta que nos dolía el estómago. Esto nos lleva a veces a convertirnos en dos caras muy diferentes de una misma moneda.
Me gustaría poder volver atrás para contar que como ya dije al principio, cuando me preguntaban qué quería ser de mayor, yo contestaba con orgullo: “De mayor, yo quiero ser niño.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario