jueves, 13 de agosto de 2009

"Carlota"

Carlota nunca hablaba, ni hacía chistes ni siquiera se reía con ellos. No daba las gracias ni tenía amigos. Carlota ni leía, ni escribía, ni jugaba a la pelota o con muñecas. Carlota prácticamente no existía y sin embargo era la hermana a la que más cariño le tenía. Siempre fue una niña muy alta para su edad. Era muy lista y nunca daba problemas. Creo que pensaba que pasar inadvertida era mucho mejor que ser vista. A mis hermanos, más que pena, lo que les daba era asco. Yo, sigo pensando que lo que le tenían era envidia. Mucha envidia. También me desquiciaba a veces, no lo niego. Siempre me molestó que fuese capaz de escucharme durante horas y no decir ni una palabra. Acababa con mi paciencia eso de no saber si ella estaba o no conforme con lo que yo le estaba contando.

Carlota desapareció una mañana cuando la mandaron a comprar el pan. Ya lo he dicho, era la más inteligente de todos y parece ser que también la más valiente. Tardaron 8 horas y media en darse cuenta de que Carlota no estaba y fue porque yo lo dije.

Supongo que hoy tendrá un buen trabajo, vestirá sus mejores galas cada día y seguirá sin hablar con nadie. Aunque estoy seguro de que lo que más miedo le da, es volver a casa y darse cuenta de que ninguno de nosotros la guardamos rencor. Ya no. Me gustaría seguir hablando de ella pero creo que es inútil hacerlo si ella no piensa contestar. Seguirá escuchándome durante horas e incluso cuando yo le diga: "Carlota, vuelve. Te echo de menos" Ella no será capaz de contestar: "Yo también".



Carlota, vuelve. Te echo de menos.

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